Virgilio López Azuán, autor de CUENTOS ETERNAMENTE BREVES, que este blog promueve, es uno de los más importantes expositores del microcuento en la República Dominicana. Ha sido ganador de premios nacionales en cuento, poesía y teatro. Es experto en temas educativos y ha sido declarado por el Ayuntamiento como HIJO MERITISIMO DE AZUA
El hombre primitivo salió de la cueva y vio la claridad del día. Sus ojos se le llenaron de alegría. Miró a su alrededor, el bosque verde y amplio se abría, tendiéndole una invitación para que se echara a caminar. Así lo hizo. Caminó un largo rato. Podía escuchar el canto de las aves, el rugir de viento entre los árboles y ver la maravilla de las flores en plena primavera. Después, rozó dos piedras y armó un fuego pavoroso en todo el bosque. Pasó dos días corriendo, pero descubrió el fuego. Empezó a llover, se escondió en otra cueva y tembló de miedo cuando los rayos y los truenos se llevaban la tarde. Así fue, se encontró con otros semejantes, y se asentaron en algunos de predios que tomaron. Luego, trabajaron con el metal, con la electricidad, con la Internet y el genoma humano. Pero el hombre primitivo no se olvida nunca de entrar en su cueva; y entra a cada rato, cada vez con más frecuencia.
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