
Me sentaré, nadie hará que me mueva de aquí. Esto es como una dictadura. Yo protesto enérgicamente, no puedo quedarme callado; y repito, nadie me hará hacer mover esta roca de nuevo. Tengo que negociar con Zeus, le diré que mi falta no fue tan grave comparada con la de otros... a veces pienso que aquí hay un amiguismo, un compadreo vulgar.
Sísifo oyó una voz que lo hizo temblar, sintió miedo de lo peor. Se paró lo más rápido que pudo y trató de cargar la roca. Tenía poca fuerza y siguió cumpliendo el suplicio eterno.
Comentarios